Tengo que reconocer que no me sorprende demasiado. La verdad es que el poco conocimiento de la condición humana que he podido acumular en el tiempo que llevo de ejercicio pastoral me permite acoger estas cosas sin demasiada sorpresa.
No quiere decir esto que no me importe o que me de igual. No me da igual, me produce una inmensa tristeza que haya gente capaz de malinterpretar de una manera tan desafortunada y capciosa lo escuchado.
Es muy triste que pongamos las tradiciones por delante de las personas, que estemos dispuestos a hacer daño a alguien por defender una costumbre que en su origen pretendía ayudar a la gente más desfavorecida y más débil. Lo curioso es que yo no he atacado ni pretendido atacar la costumbre, si acaso mi intención, y creo que dejé el tema lo bastante abierto, es actualizarla. Es decir, renovarla para que siga teniendo sentido hoy y no se convierta en una tradición vacía y sin sentido. No he dicho más que eso. Por ejemplo, se me ocurre ahora, ¿y si al preparar una tirada también se dedicara una parte a una buena causa elegida por la familia o colectivo que tira? Para que quede más claro, las instituciones públicas están haciendo un esfuerzo por dedicar un 0.7% de sus presupuestos a la ayuda al tercer mundo, pues, ¿podemos dedicar un porcentaje de lo que cuesta la tirada, el porcentaje que crea oportuno el que tira, a una causa previamente seleccionada? Así recuperariamos la tradición de ayuda al necesitado y honrariamos la memoria de San Antonio Abad, ¿cuánto? Lo que tu generosidad te de a entender y tu conciencia te pida.
¿Es tan complicado? ¿Acabaría eso con la tradición o la perjudicaría seriamente? ¿Hay que apedrear a quién se atreva a decir eso? ¿Es necesario hacer comentarios xenófobos para descalificarle?
Por otra parte, ¿no será tarea del párroco hacer este tipo de reflexiones? ¿Deberíamos dejar que fuera el alcalde o la comisión del santo quienes se preocupen por conectar lo que se hace con la vida y el pensamiento de San Antonio Abad? ¿Qué pensará el Santo de todo esto?
Ya van demasiadas preguntas, vamos a darnos un tiempo para responderlas.
Por cierto, todo esto va a cuento de comentarios malintencionados sobre lo que dije el día del santo, el año pasado me criticaron por hablar poco, éste por hablar demasiado.
Aquí les dejo enlaces a un anónimo encontrado bajo mi puerta y que parece recoger el sentir de esos "comentaristas". Como pueden ver hay gente que prefiere criticar con saña pero no te dará la oportunidad de explicarle nada. Cómo dije al principio, no es que la cobardía y la mala leche me impresionen a estas alturas, pero me dan mucha pena.
Hoja 1.
Hoja 2.
y hoja 3.