Este blog pretende ser un medio de comunicación de la Parroquia, de todos los que la formamos. Quiere ser un lugar de encuentro también en este mundo virtual que nos permita intercambiar información y opinión.
sábado, 30 de mayo de 2009
jueves, 28 de mayo de 2009
Leer a los 85
domingo, 24 de mayo de 2009
Ascensión
Hch 1,1-11
Ef 1,17-23
Mc 16,14-20
Las palabras que los “dos hombres vestidos de blanco” dirigen a los apóstoles en Hch 1,11 sintetizan la teología y la espiritualidad de esta solemnidad: “Por qué se han quedado mirando al cielo?”. Es una invitación a no perder el tiempo pasivamente cuando hay que ser testigos de Jesús y a no esperar del cielo soluciones milagrosas o revelaciones especiales. La desaparición material de Jesús marca el inicio de la misión y del compromiso de la iglesia. La fe verdadera se expresa, según las palabras de Jesús en Hch 1,8, en la experiencia de la fuerza del Espíritu Santo, en el testimonio cristiano en el mundo y en la apertura universal de la iglesia. La ascensión, más que recuerdo, es exigencia y llamado a la misión y al compromiso.
sábado, 16 de mayo de 2009
Sexto Domingo de Pascua
1 Juan 4,7-10
Juan 15,9-17
Este amor ofrecido y aceptado es universal como recoge la primera lectura, no hay acepción de personas por ninguna circunstancia, cosa que no siempre entendemos a la primera, tampoco a los primeros discípulos les resultó fácil comprender este extremo.
En el Evangelio, encontraremos más claramente cuál es el tipo de amor que viene de Dios, Jesús es el modelo a seguir, en el amor entre el Padre y el Hijo está la clave de cómo podemos y somos invitados a amar nosotros. Fidelidad, obediencia, seguimiento, entrega y donación de sí mismo. "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos", y esto hecho libremente, aceptado desde la total lucidez de la conciencia. No hay lugar para el amor egoísta que pone al otro, a los otros, al servicio del propio bienestar. Este amar siguiendo el modelo de Jesús sólo es posible en comunión con él, de alguna manera la existencia cristiana se puede definir como un misterio de comunión con Cristo, como un misterio de amor que se desvela y explicita progresivamente en la historia cotidiana y que arranca en el corazón del Padre.
Feliz domingo.
viernes, 15 de mayo de 2009
No es un derecho
Si el aborto fuera un derecho, como quiere hacernos creer el anteproyecto, aprobado por el Gobierno español, el aborto debiera ser no sólo elogiado, sino proclamado, protegido y promovido, como cualquier otro derecho. Pero no lo es. Le falta la cualificación moral. Podrá ser legal, no sancionable, eximido de tal o cual penalización… Pero no derecho.
No se puede decir más claro.
jueves, 14 de mayo de 2009
El Papa en Tierra Santa
Benedicto XVI apeló en la basílica de la Anunciación durante su penúltimo dia en Tierra Santa a «moldear los corazones de los jóvenes» para sí garantizar «el futuro de la humanidad», y por ello, invitó a los líderes religiosos a «salvaguardar a los niños del fanatismo y de la violencia, mientras los preparamos a ser los constructores de un mundo mejor».
(ReL). En el Santuario de la Anunciación, donde María recibió el anuncio del Ángel y dio su «sí» al designio de Dios, Benedicto XVI habló a los jefes religiosos de Galilea del don divino de la creación y de la paz que no se obtiene haciendo «con el mundo todo aquello que nos place», sino conformando «nuestras decisiones a las complejas y todavía perceptibles leyes escritas por el Creador del universo».
El Santo Padre, en su discurso al numeroso grupo líderes cristianos, musulmanes, judíos, drusos y otras personalidades religiosas, subrayó que «la convicción de que el mundo es un don de Dios y que Dios ha entrado en las vicisitudes y en los eventos de la historia humana, es la perspectiva desde la cual los cristianos ven que la creación tiene una razón y un fin», pues el mundo no es un hecho casual sino que ha sido querido por Dios, al igual que el don de la paz.
«En el corazón de toda tradición religiosa – explicó el Papa- se encuentra la convicción de que la paz misma es un don de Dios, aunque no se pueda alcanzar sin el esfuerzo humano. Una paz duradera proviene del reconocimiento de que el mundo no es nuestra propiedad, si no más bien el horizonte en el cual estamos invitados a participar del amor de Dios y a cooperar en guiar el mundo y la historia bajo su inspiración».
Benedicto XVI subrayó que Galilea es una tierra conocida por su heterogeneidad étnica y religiosa que conoce bien los esfuerzos exigidos para vivir en armónica coexistencia. «Nuestras diversas tradiciones religiosas- agregó el Papa- tienen en si un potencial notable para promover una cultura de la paz, especialmente a través la enseñanza y la predicación de los valores espirituales más profundos de nuestra común humanidad».
En este contexto, el Santo Padre recordó que «moldeando los corazones de los jóvenes, moldeamos el futuro de la humanidad», y por ello, invitó a los líderes religiosos a «salvaguardar a los niños del fanatismo y de la violencia, mientras los preparamos a ser los constructores de un mundo mejor».
Al agradecer la calurosa acogida que estas comunidades religiosas ofrecen a los numerosos peregrinos que visitan Galilea, el Papa los invitó a continuar ejercitando «el respeto recíproco mientras se empeñan en aliviar las tensiones concernientes a los lugares de culto, garantizando así a un ambiente sereno para la oración y la meditación en toda Galilea».
El Papa concluyó su discurso asegurando que la Iglesia Católica está comprometida en contribuir junto a las diversas tradiciones religiosas, a la mejora de la sociedad y en testimoniar los valores religiosos y espirituales que ayuden a sustentar la vida pública. «Cooperando con hombres y mujeres de buena voluntad –dijo el Pontífice- ella buscará asegurar que la luz de la verdad, de la paz y de la bondad continúe resplandeciendo desde Galilea, y guíe a las personas del mundo entero a buscar todo aquello que promueve la unidad de la familia humana».
Fuente: Religión en Libertad.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Mes de María
martes, 12 de mayo de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
Quinto domingo de pascua
Hechos 9,26-31
1 Juan 3,18-24
Juan 15,1-8