sábado, 22 de agosto de 2009

Irak, el drama que no cesa

Obispos en Iraq: «Lo estamos perdiendo todo»

Los dos obispos católicos en Bagdad, la capital de Iraq, han expresado su preocupación y pesar por la reciente ola de atentados con bombas que han causado 95 muertos y más de 500 heridos. «Con estos actos de violencia lo estamos perdiendo todo», aseguró monseñor Shlemon Warduni, obispo auxiliar caldeo, en una entrevista telefónica concedida a la agencia Catholic News Service. Por su parte, monseñor Jean Sleiman, arzobispo de Bagdad para los católicos de rito latino, aseguró a la misma agencia que todo el mundo está en estado de shock por la violencia. Monseñor Sleiman explica que la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en la capital iraquí fue seriamente dañada por la explosión del día 19.

Publicado el 2009-08-22 09:12:00

(CNS/InfoCatólica) Monseñor Shlemon Warduni declaró a CNS que "cuando no hay paz, no podemos rezar, no podemos estudiar, no podemos trabajar; no podemos incluso ni hablar". Los cristianos de Bagdad, aseguró, "están muy tristes a la vez que enfadados".

"Estamos en una terrible situación, así que rezamos al Altísimo para que abra las mentes de todos, para que les de la sabiduría para hacer lo que es mejor para la reconstrucción de Iraq, para su paz y seguridad, para el progreso y el bien de todos los que viven en el país", afirmó monseñor Warduni.

El obispo de rito caldeo apeló a "todo el mundo, en todo el plantea -naciones pequeñas y grandes, organizaciones grandes y pequeñas y al pueblo iraquí también- a que busquen aquello que beneficie a Iraq y sus gentes y no a sus propios intereses". El prelado pidó la reconciliación entre los pueblos de Iraq para que la nación entera se preocupe por el bienestar de los individios y no se guíe por intereses partidistas.

"La paz depende del amor; de que nos amemos unos a otros y hagamos lo mejor los unos por los otros, desechando todo egoísmo", explicó monseñor Warduni, quien a continuación pidió oracione en todo el mundo por Iraq.

En el mismo sentido se produjeron las declaraciones a CNS de monseñor Jean Sleiman, arzobispo para los católicos de rito-latino de Bagdad. "Estamos en estado de shock y el temor a más violencia está por todas partes", afirmó monseñor Sleiman.

El arzobispo explicó que el templo de Nuestra Señora de Fátima en Bagdad fue dañado en las explosiones que tuvieron lugar el pasado día 19 de agosto. Aunque cree que el templo no fue el objetivo del atentado, su azotea fue destruida como consecuencia de las ondas expansivas de las bombas que explotaron en los alrededores.

"La violencia está golpeando a todo el mundo", dijo el arzobispo, quien aseguró que el reto más importante para la Iglesia en estos momentos es levantar el ánimo de los cristianos en Iraq. "Tenemos que empezar de nuevo", declaró el prelado.

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