sábado, 26 de junio de 2010

La última cima

La película "La última cima" fue provocada por el testimonio de Pablo Domínguez, un sacerdote madrileño, he aquí una intervención suya en un foro sobre la existencia de Dios. Creo que merecerá la pena ver la película:

miércoles, 9 de junio de 2010

Cursillos de Cristiandad próximos

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, es tal vez uno de los recursos más activos con que contamos en la Diócesis de Huelva. Se ha venido renovando con el tiempo de modo y manera que sigue siendo una oportunidad constante para dinamizar la fe de los que se acercan a alguno de los que anualmente se organizan.
Si quieres aprovechar la oportunidad y participar en alguno, ahora tienes la ocasión:

PRÓXIMO CURSILLO DE CRISTIANDAD, DEL 11 AL 13 DE JUNIO DE 2010, EN LA CASA DE EJERCICIOS DE LA CINTA DE HUELVA


Y también:
PRÓXIMO ENCUENTRO EN LA ESPERANZA


(PARA JÓVENES) DEL 25 - 27 JUNIO.

EN EL CAMPAMENTO DE MAZAGÓN. PIDE TU INSCRIPCIÓN EN cursilloshuelva@hotmail.es, o contacta con el 654812048 en horario de tardes de 19 a 21 horas.
 
Para más información: http://cursilloshuelva.blogspot.com/

lunes, 7 de junio de 2010

Un simple sacerdote

El misionero salesiano Martín Lasarte escribió esta carta al New York Times en pleno apogeo de su campaña contra la Iglesia y contra el Papa por los escándalos de pederastia. Hay que recordar la insistencia del periódico en volver a sacar una y otra vez en portada los mismos casos y en la insinuación de acusaciones sin fundamento contra el Papa.

Querido hermano y hermana periodista:

Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.
Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.

Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente ¡todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.

¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños... No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio. Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.

No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.

La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…

Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.

Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión.

En Cristo,
P. Martín Lasarte sdb

miércoles, 2 de junio de 2010

Niños (II)

Hoy, como cada mañana, los niños pasaban camino del colegio, muchos acompañados de sus madres o abuelos. El ruido de las ruedas de las mochilas, las conversaciones todavía apagadas por lo temprano, es el sonido que indica que todo comienza un día más.
Hoy al pasar por mi ventana un niño decía a su madre: "En esta casa vive el cura, estas dos ventanas son de su casa". No vi al niño, pero me hizo gracia la vocecilla de circunstancia que ponía, como quien está dando una información importante. Me dio risa la sencillez y, a la vez, solemnidad con que compartía lo que sabía con su madre.
Me recordó aquellos tiempos en que todo parecía enorme y lleno de misterio. Una época que se vuelve cada día más lejana, pero ya se sabe, de los que son como niños es el reino, haremos bien en no perder esa capacidad de sorpresa, de admiración, de mirar a través de las cosas y las personas y ver la verdad sencilla y claramente. Algo que parece perderse junto a la inocencia.
No estaría mal que, de vez en cuando, recordáramos ese tiempo y no olvidáramos lo que aprendimos cuando aún ignorábamos tanto.

Una sonrisa: