viernes, 6 de mayo de 2011

Amenazados de resurrección

Dicen que estoy "amenazado de muerte"... Tal vez. Sea ello lo que fuera estoy tranquilo. Porque si me matan, no me quitarán la vida, Me la llevaré conmigo, colgando sobre el hombro, como un morral de pastor...
A quien se mata se le puede quitar todo previamente, tal como se usa hoy, dicen: los dedos de la mano, la lengua, la cabeza... Se le puede quemar el cuerpo con cigarrillos, se le puede aserrar, partir, destrozar, hacer picadillo... Todo se le puede hacer, y quienes me lean se conmoverán profundamente, y con razón. Yo no me conmuevo gran cosa, porque, desde niño, alguien sopló a mis oídos una verdad inconmovible que es, al mismo tiempo, una invitación a la eternidad: "No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden quitar la vida".
La vida -la verdadera vida- se ha fortalecido en mí cuando, a través de Pierre Teilhard de Chardín, aprendí a leer el Evangelio: el proceso de la Resurrección empieza por la primera arruga que nos sale en la cara; con la primera mancha de vejez que aparece en nuestras manos; con la primera cana que sorprendemos en nuestra cabeza un día cualquiera, peinándonos; con el primer suspiro de nostalgia por un mundo que se deslíe y se aleja, de pronto, frente a nuestros ojos... Así empieza la resurrección. Así empieza no eso tan incierto que algunos llaman "la otra vida", pero que en realidad no es la "otra vida", sino la vida "otra"...
Dicen que estoy amenazado a muerte... De muerte corporal a la que amó Francisco. ¿Quién no está "amenazado de muerte?" lo estamos todos desde que nacemos. Porque nacer es un poco sepultarse también...
Amenazado de muerte. ¿Y qué? Si así fuere, los perdono anticipadamente. Que mi cruz sea una perfecta geometría de amor, desde la que puedas seguir amando, hablando, escribiendo y haciendo sonreír, de vez en cuando, a todos mis hermanos los hombres.
Que estoy amenazado de muerte... Hay en la advertencia un error conceptual. Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida, amenazados de esperanza, amenazados de amor... Estamos equivocados. Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos "amenazados" de resurrección. Porque además del Camino y de la Verdad, es el de la Vida, aunque esté crucificada en la cumbre del basurero del Mundo...

J.C. Un periodista guatemalteco amenazado de muerte.

jueves, 5 de mayo de 2011

"Interpretar a Jesús destrozó mi carrera"

WASHINGTON D.C., 05 May. 11 / 01:31 am (ACI)

El actor estadounidense Jim Caviezel explicó que haber interpretado a Jesús en el filme La Pasión de Cristo "destrozó mi carrera" pero resaltó que no se arrepiente de haberlo hecho.

En declaraciones al Daily Mail, Caviezel de 42 años explica cómo luego de haber interpretado a Cristo –lo que le valió haber sido alcanzado por un rayo y haberse dislocado un hombro mientras filmaban las escenas de la crucifixión– las puertas de Hollywood se la han ido cerrando una tras otra pues "he sido rechazado por muchos en mi propia industria".

Ante un grupo de fieles en una iglesia en Orlando, Florida, adonde llegó para promocionar un libro en audio de la Biblia, Caviezel comenta que era consciente de que esto podía suceder, pero no se arrepiente. Mel Gibson, el director de la cinta, le advirtió de las consecuencias negativas para su carrera si aceptaba el papel.

"Me dijo: ´Tú nunca volverás a trabajar en esta ciudad (Hollywood) a lo que yo respondí: ‘Todos tenemos que abrazar nuestras cruces’. Jesús es tan controvertido hoy como lo ha sido siempre. Las cosas no han cambiado mucho en dos mil años", dijo.

Caviezel, quien actuó en cintas como El Conde de Montecristo, Ojos de Ángel, y La Delgada Línea Roja era considerado antes de La Pasión de Cristo como una estrella ascendente en Hollywood, pero todo cambió desde la cinta de 2004 que fue atacada ferozmente por los medios seculares y por la poderosa Liga antidifamación judía en Estados Unidos que la consideró antisemita.

Sobre Mel Gibson, Jim Caviezel comenta que "es un pecador horrible, ¿no?, sin embargo él no necesita su juicio sino sus oraciones".

El actor afirmó también que su fe lo guía en lo personal y lo profesional. Por eso, no cree que haya sido una coincidencia que "a los 33 años me pidieran interpretar a Jesús" y bromeó sobre el hecho de que sus iniciales (JC) fueran las mismas que las de Jesucristo.

En marzo de 2004, Jim Caviezel fue recibido por el Papa Juan Pablo II con quien conversó durante unos diez minutos acompañado por su esposa y sus suegros. Ese mismo mes, el actor concedió una interesante entrevista a ACI Prensa en la que detalló cómo haber interpretado a Jesús transformó su vida y fortaleció mucho su fe.

En aquella ocasión dijo que "esta experiencia me arrojó a los brazos de Dios".

Para leer la entrevista completa ingrese a: http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=3856