sábado, 24 de octubre de 2009

Domingo XXX, ciclo B.

Jeremías 31,7-9
Hebreos 5,1-6
Marcos 10,46-52




El camino del desierto se vuelve senda hacia la libertad, gracias a la protección paterna de Dios que salva a su pueblo. Yahvéh, que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, lo saca ahora del destierro para llevarlo de regreso a la tierra. El ciego Bartimeo, que antes mendigaba viviendo a expensas de los demás, se encuentra con Jesús y ahora lo sigue entusiasmado por el camino. El encuentro con Dios es siempre el inicio de un camino que lleva a la vida.



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