Este blog pretende ser un medio de comunicación de la Parroquia, de todos los que la formamos. Quiere ser un lugar de encuentro también en este mundo virtual que nos permita intercambiar información y opinión.
viernes, 30 de diciembre de 2016
domingo, 27 de noviembre de 2016
jueves, 24 de noviembre de 2016
jueves, 3 de noviembre de 2016
Decálogo del catequista de la misericordia
Tomando las palabras del Papa Francisco en su homilía en la celebración eucarística del Jubileo del Catequista en el Año de la Misericordia podemos encontrar diez propuestas que lo definen en una suerte de Decálogo del catequista de la misericordia:
1. El catequista anuncia, a ejemplo de san Pablo, lo esencial de la fe, el primer anuncio, que “el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días”, y “te ama personalmente”.
2. El catequista de la misericordia sabe que “a Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral”.
3. El catequista de la misericordia no es ni mundano ni estrábico, porque no se queda en la apariencia ni es indiferente, a diferencia de quien “mira con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor”.
4. El catequista de la misericordia construye la historia saliendo de sí mismo, porque “a Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino”.
5. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo “a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde”, porque “el Señor no es una idea, sino una persona viva”.
6. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con alegría y con coherencia: “No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo solo bonitos sermones”.
7. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo en la caridad y con creatividad: “Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio”.
8. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con humildad y servicialidad, pues “como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria”.
9. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con positivismo y optimismo, pues “no somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad. El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene familiaridad con la Palabra de Dios”.
10. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con apertura y proximidad, por que “el que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades”.
Manuel María Bru, Delegado episcopal de Catequesis de Madrid.
1. El catequista anuncia, a ejemplo de san Pablo, lo esencial de la fe, el primer anuncio, que “el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días”, y “te ama personalmente”.
2. El catequista de la misericordia sabe que “a Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral”.
3. El catequista de la misericordia no es ni mundano ni estrábico, porque no se queda en la apariencia ni es indiferente, a diferencia de quien “mira con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor”.
4. El catequista de la misericordia construye la historia saliendo de sí mismo, porque “a Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino”.
5. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo “a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde”, porque “el Señor no es una idea, sino una persona viva”.
6. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con alegría y con coherencia: “No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo solo bonitos sermones”.
7. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo en la caridad y con creatividad: “Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio”.
8. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con humildad y servicialidad, pues “como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria”.
9. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con positivismo y optimismo, pues “no somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad. El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene familiaridad con la Palabra de Dios”.
10. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con apertura y proximidad, por que “el que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades”.
Manuel María Bru, Delegado episcopal de Catequesis de Madrid.
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Una medicina para Venezuela
Llega a nuestra parroquia el siguiente correo electrónico, aunque podemos haber olvidado lo que fue está campaña, aportamos nuestro granito de arena:
"Muy estimados Párrocos y parroquianos de la Diócesis de Huelva, en especial parroquias de:
"Muy estimados Párrocos y parroquianos de la Diócesis de Huelva, en especial parroquias de:
- Parroquia Paterna del
Campo / Escacena del Campo – Huelva. PÁRROCO: D. Rufino Diego López
Muñoz
- Parroquia Santa Teresa
de Jesús – Huelva. PÁRROCO D. CELESTINO GÓMEZ JALDÓN
- Hermandad de Las Tres
Caídas de Huelva
- Parroquia de Cala–
Huelva: José Ángel Romero Pérez
- Parroquia de Santiago el
Mayor, Arroyos Molinos de León – Huelva. D. José Ángel Romero Pérez
- Parroquias de Alájar, Fuente Heridos, Los
Marines y Linares de la Sierra de Huelva: D. Manuel Beltrán Borrero
- Parroquia de Aljaraque–
Huelva. PÁRROCO P. EMILIO RODRÍGUEZ CLAUDIO, OSA.
- Parroquia de Trigueros–
Huelva. PÁRROCO D. RAFAEL BENÍTEZ ARROYO
- Cáritas Parroquia Mayor
San Pedro– Huelva. PÁRROCO D. JOSÉ ARTURO DOMÍNGUEZ ASENSIO
- Parroquia de la Inmaculada Concepción. PÁRROCO D. DIEGO CAPADO
- Pastoral Migraciones: D. Emilio Muñoz
- Casa de la Iglesia
- Parroquia San Sebastián: Párroco D. José Antonio Omist
- Secretariado Pastoral de la Salud: D. Manuel Díaz Muñoz
Una
vez realizada la Jornada de "Una Medicina para Venezuela", en este
correo quiero ser portavoz del agradecimiento de parte de las familias y
personas que han recibido vuestra colaboración. Me hubiese gustado
agradecer personalmente en las Parroquias, pero he sido trasladada a
Oviedo nada más regresar de Venezuela. Por tal razón os envío por este
medio fotos y en casa de la Iglesia he dejado fotocopias de cartas de
agradecimientos que me entregaron y que no pude escanear...
Aunque
se dificultó un poco el envío y recepción de las medicinas, gracias a
Dios, logramos enviarlas con unas agencias y respecto a la recepción de
las 26 cajas en Venezuela, excepto 12 cajas que tuvimos que sacar de
aduana de noche y pasando no pocas dificultades por parte de las
autoridades competentes, los aproximadamente 380 Kgs. de medicinas las
recibimos y se han ido donando en el Estado Vargas, Lara y Falcón a
través de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, de miembros de la
Unión Eucarística Reparadora y de Cáritas parroquial, y ambulatorios de
comunidades de vecinos o en caso de las familias de mi pueblo y otras
localidades de Falcón yo personalmente.
Para
la entrega de medicinas allí en Venezuela, tuvimos que trabajar muy
silenciosamente, ya que como sabéis por decreto presidencial están
prohibidas las donaciones a Venezuela e incluso el traslado en el
interior del país de medicinas y alimentos, de modo que actuamos en el
mayor secreto posible, lo cual ha hecho que no tengamos fotografías de
todos y que no podamos publicarlas, de momento, en las
redes públicamente (lo haremos poco a poco), ya que podemos traerles
complicaciones por "contrabando" a las Misioneras Eucarísticas de
Venezuela e Instituciones y médicos que nos están apoyando en esta
Campaña, que continúa abierta... no obstante, pese a muchos
inconvenientes, la Iglesia en Venezuela y las distintas ONG´s trabajan
de este modo y gracias a Dios con nuestros pequeños granitos de arena y
vuestra generosidad y oración, si bien no solucionamos el problema,
somos testigos de esperanza de parte de los cristianos y hombres de
buena voluntad para nuestros hermanos tan necesitados en estos momentos
en tan golpeado país.
No
os podéis imaginar la alegría, consuelo y esperanza encendida en
las distintas personas que han recibido la ayuda, su reacción de
gratitud es inmensa y quiero que la sintáis, allí tenéis mucha gente que
os tienen presente en sus oraciones aún en medio de las dificultades y
os agradecerá toda la vida tan hermoso gesto de solidaridad y testimonio
de que podemos ser mejores y que aún existen personas de buena voluntad
que no sólo ayudan materialmente, sino que con su iniciativa son
profetas que denuncian las injusticias e implantan la verdad y la
generosidad de la entrega y la unidad entre los hombres, sean del color,
dela opinión política, de la religión o de la raza que sean. Mil
gracias, como dicen allí, se les agradece hasta el cielo.... muy
mucho.... atenta si me envían más fotos, unidos en oración, Hª Mª
Nadine, men ."
viernes, 27 de mayo de 2016
viernes, 20 de mayo de 2016
sábado, 7 de mayo de 2016
martes, 5 de abril de 2016
lunes, 4 de abril de 2016
jueves, 3 de marzo de 2016
miércoles, 2 de marzo de 2016
El Espejo del 19 de febrero de 2016
Me recuerdan que no había subido este podcast del programa, ustedes disculpen.
jueves, 25 de febrero de 2016
Celebración de la primera Penitencia
El pasado miércoles 24 de febrero, tuvimos una primera celebración penitencial con los niños que este año hacen su primera Comunión. Fue un acto lleno de simbolismo si bien no hicieron todavía su primera confesión. Fue un acto en el que tuvieron la ocasión de oír la parábola de la oveja perdida y reflexionar sobre el amor y la misericordia incondicional de Dios que a nadie da por perdido. Tras un exhaustivo examen de conciencia quemaron unos papelitos donde habían escrito el fruto de su reflexión y examen de conciencia. Al final recibieron una cruz que les recordará este día y el amor que Dios les tiene. Aquí algunas fotos del acto que tomó la hermana Mirta.
martes, 16 de febrero de 2016
Los dones del Espíritu Santo y los preadolescentes
Como viene siendo habitual, la catequesis de Confirmación es la más complicada de todas por varias razones. A la necesidad de una explicación más compleja y completa de los misterios de la fe cristiana y la Buena Noticia para niños y niñas que van a dejar la situación de catequesis para entrar en la adolescencia, se une la edad preadolescente en la que dicho grupo se encuentra y que permite ver como va a ser la mentada edad. Sus personalidades empiezan a cambiar y, en breve, se volverán "perfectos desconocidos" para sus padres y educadores, e incluso para sí mismos.
Aún así, no dejamos de sembrar esperando que con la ayuda de Dios, salgan personas cabales, sensatas y profundas de ese río revuelto de su entrada en la juventud. Nada fácil cuando los mensajes que la sociedad manda, por encima de las buenas intenciones del sistema educativo, tiende a desmontar todos los valores humanos y cristianos y a instalar en ellos un egoísmo sin compasión. Parece dura esta afirmación, pero incluso los padres han ayudado en esa infame tarea en algunas ocasiones, tal vez sin pretenderlo.
Bueno, larga introducción para presentar una explicación de los dones del Espíritu más o menos curiosa que puede ayudar a poner en relación dichos dones con situaciones vitales fáciles de entender.
Educadores y catequistas pueden aprovechar este enlace:
Haz click...
domingo, 14 de febrero de 2016
Primer domingo de Cuaresma y un poco de ánimo...
Hoy, primer domingo de esta Cuaresma de 2016, hemos acompañado a Jesús al desierto. A ese espacio inmenso y terrible donde nos acompañan los monstruos que durante toda nuestra vida nos tientan a rendirnos, a ser como todos, dejarnos dominar por el tentador, por el señor de la mentira que hoy parece gobernar a tantos y en especial a los medios de comunicación que programan basura tras basura hasta volvernos insensibles y sentirnos derrotados.
En este desierto de la Cuaresma tenemos la oportunidad de ponernos a prueba, de fortalecernos, de encontrar el sentido a lo que hacemos, a lo que somos, a la llamada del Espíritu que acompañó a Jesús en su misión que hoy es la nuestra, "mutatis mutandis".
Esta mañana había un par de personas visitando la parroquia mientras preparábamos la misa de 12, con el inevitable jaleo de niños de comunión, catequistas, pantalla, proyector y toda la parafernalia que montamos cada domingo para hacer más accesible a los niños y niñas de catequesis el tesoro del Evangelio de Jesús. Antes de marcharse después de haber visitado el templo, la señora se dirige a mi y ¡me da las gracias! ¿Por qué? Por el trabajo que ve que estamos haciendo, todos esos niños y niñas, la hermana Mirta y las catequistas organizando y ensayando cantos, ruido infantil por todas partes y ambiente alegre. Nos felicitó y nos pidió que siguiéramos así, que era una bendición lo que había visto, le agradecimos el comentario y le aseguramos que intentaremos no desfallecer si Dios nos acompaña.
Sienta bien que alguien ajeno al trajín habitual vea, desde cierta distancia algo a lo que nos podemos haber acostumbrado, el ímprobo trabajo que se realiza en esta parroquia con niños y jóvenes, algo que es objeto de sana envidia para todo el que se acerca. Los frutos son cosa de los tiempos de Dios, pero el trabajo es nuestra tarea. No quiero con esto caer en la autocomplacencia, pero permitidme que respire e invite a respirar a todo el grupo de catequistas y monitores que llevamos esto adelante.
Y de paso quiero compartir un comentario parecido de finales de 2014 que tenía guardado y ahora he recordado. Un matrimonio creo que de Madrid, visitó nuestra parroquia un viernes en que yo estaba por allí liado con diferentes tareas de grupos juveniles que habían coincidido, les abrí la iglesia mientras llegaba la hora de salir de acampada con los pioneros, y se fueron muy satisfechos, al poco tiempo recibí la carta que sigue y que también sirvió de ánimo en la tarea:

viernes, 12 de febrero de 2016
martes, 9 de febrero de 2016
Miércoles de Ceniza
Miércoles
de Ceniza
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es
pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo. La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
ORIGEN DE LA COSTUMBRE
Antiguamente los judíos
acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas
también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a
una vida con Dios.
En los primeros siglos de
la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación
el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la
comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su
voluntad de convertirse. En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA
El miércoles de ceniza y el
viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir
de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer
una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un
modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos
cambiar de vida para agradarlo siempre.
LA ORACIÓN:
La
oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de
Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.
Para que nuestra Oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:
La
hipocresía: Jesús no
quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra
actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
La
disipación: Esto quiere
decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra
oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner
en presencia de Dios.La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.
EL SACRIFICIO:
Al hacer sacrificios (cuyo
significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con
alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y
compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve
nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.“Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,6).
CONCLUSIÓN:
Como vemos, la ceniza no es
un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento
de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre
todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a
Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de
Resurrección.
Debe ser un
tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar
como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres
que nos rodean.
En estos
momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en
adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y
acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado
confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con
Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos
seguirle adecuadamente.
Está Reconciliación con Dios está integrada por el
Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente
la Conversión.
El
arrepentimiento: Debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos
cometido (como decimos en el Credo: en pensamiento, palabra, obra y omisión),
no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a
cometer.La confesión de nuestros pecados: El arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.
La penitencia: Que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.
Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.
Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás.
Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.
Fuente: Oblatos
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