El de Trigueros, junto a otros en otros pueblos, ha permanecido abierto y se ha ido reformando y actualizando en diferentes épocas, la mas reciente en estos diez últimos años. Se trataba de reconstruir nichos que presentaban ruina evidente con el techo hundido por los elementos, reconstruir paños de nichos que estaban progresivamente hundiéndose en el terreno y reformar la instalación eléctrica y de fontanería que tuvo unas averías serias en el pasado con su consiguiente consumo descontrolado.
Se trataba de dar homogeneidad al estilo constructivo, las primeras fases siguieron la costumbre de los arreglos anteriores porque así nos lo permitió la autoridad municipal, pero en las últimas se exigió el cumplimiento de las normas de la policía mortuoria tal como está redactada, de ahí el cambio en el estilo de los nichos.
La finalización de la obra dejará un cementerio completamente renovado en cuanto al aspecto, con instalación eléctrica nueva y de fontanería, con un aseo de uso al público e instalaciones de almacenamiento y servicio nuevos (antes era un yerbazal lleno de escombros y un garaje de uralita con agujeros). El suelo ha cambiado a un acerado de cemento impreso y los jardines han cambiado de aspecto en la medida de lo posible.
Nos queda una última fase para la que necesitamos contar con la aportación de los usuarios que tienen nicho en propiedad que van a ser reconstruidos o reubicados. Y en ese punto estamos puesto que no contamos con más financiación que los recursos propios. Recursos que se llevan utilizando en las fases anteriores desde que se empezó este proceso y que no son suficientes para pagar lo que falta, tendremos que amortizar la demasía con ingresos futuros, pero el objetivo de renovación se cumplirá.
El siguiente paso será la aprobación del reglamento de uso del cementerio que delimite las condiciones del mismo tal como se hace en otros cementerios públicos o privados de Andalucía.